En un contexto de extrema sequía, en un campo alquilado de suelos sódicos salinos ubicado en Impira se llevó a cabo una experiencia de diagnostico de suelos y dósis variable realizado durante cuatro años en el que se logró recuperar la productividad.

 

Concretamente, el trabajo se llevó a cabo en un lote de 15 hectáreas en el que al alquilarlo “no venía nada” y en el que ahora tendrán una cosecha más que aceptable de maíz.

 

“Es un trabajo en conjunto que da sus frutos. No se va a ver en un año o en dos. Es de a poco. El tratamiento de diagnóstico de suelo que hicimos con Easyagro dá resultado”, dice Alejandro Aimar uno de los integrantes de la empresa familiar que trabaja de la misma forma tanto en campo propio como alquilado