Planificar nuestra campaña agrícola implica definir hacia dónde queremos ir y tomar decisiones anticipadamente para lograrlo. Incorporar la planificación dentro del proceso de gestión de tu empresa te permitirá direccionar eficientemente esfuerzos y recursos hacia tu objetivo.  

Conocé en este artículo, cuáles son los factores críticos a tener en cuenta para una planificación agrícola.  

Cuando un empresario agropecuario se acerca a su banco para pedir una financiación, antes que nada, tiene que tener en claro qué es lo que necesita financiar. De eso dependerá que consiga el producto más adecuado a su necesidad y que, por lo tanto, el repago de la deuda no termine siendo un dolor de cabeza.

Tendrá que analizar cuál de las cinco necesidades de financiación es la que lo ocupa sabiendo que cada una se resuelve de manera diferente. Esto tiene más importancia hoy en día, en donde acercarse al banco muchas veces significa entrar al Office Banking y seleccionar la financiación solicitada sin consultar previamente con un asesor especializado.

A continuación, iremos recorriendo las cinco necesidades básicas de financiación y los productos más adecuados para resolverlos:

1- Desfasaje de pocos días / Acuerdo de descubierto

Cuando se trata de un desfasaje de pocos días, conviene solicitar un  acuerdo de descubierto. Por ejemplo, hay que pagar los sueldos y la venta de la soja se acreditará en cuenta unos días más tarde ya que justo cuando correspondía hacer la entrega del grano, había llovido y el camino estaba
intransitable. El retraso en la entrega generó un retraso en la cobranza. Su tasa es cara, pero la agilidad del uso se justifica para una deuda de unos pocos días. Si la deuda tendrá plazo mayor a 30 días, se desaconseja este tipo de deuda. u ejecución tiene desvíos, muchos factores pueden afectar nuestra producción agrícola. Lo que marcará la diferencia es su identificación y tener preparado un
plan de acción alternativo para afrontar estos desvíos. 

2- Adelanto de cobranza / Venta de cheques de pago diferido

Otra necesidad frecuente es adelantar una cobranza.Uno tiene un cheque de pago diferido en mano (por una venta de hacienda, por venta de reproductores en un remate o bien un cupón de tarjeta agraria) y estos instrumentos se pueden descontar en el banco o bien en un agente de bolsa, en este caso, con garantía de SGR.

Esta herramienta es más conveniente que un acuerdo de descubierto o que un prés-tamo, visto que su costo es menor siendo una deuda auto cancelable. Al vencimien-to del cheque, la deuda automáticamente desaparece.

3- Capital de trabajo / Préstamo de corto plazo

Cuando se necesita capital de trabajo, la herramienta a utilizar es un préstamo de corto plazo.Este puede ser a 30, 60, 90 días o bien hasta 1 año de plazo, dependiendo del plazo en que se contará con ingresos suficientes para cancelar la deuda. Este capital de trabajo es el que uno va a necesitar para la compra de insumos y se pagará a cosecha o bien con la venta de hacienda. Es recomendable tener claro en qué momento la empresa tendrá ingresos y calzarlo con fecha de vencimiento del préstamo para poder cancelar la deuda y evitar caer en refinanciaciones que gene-ran gastos innecesarios y antecedentes crediticios que aconsejo evitar.

Este préstamo también puede usarse bajo el formato de Tarjeta Agraria que muchos bancos ofrecen. La explicación del funcio-namiento de una Tarjeta Agraria merece un capítulo aparte.

4- Proyectos de inversión / Préstamos de largo plazo

Yendo al ámbito de los proyectos de inversión, estos pueden ser una compra de una maquinaria o bien un proyecto de inversión propiamente dicho, la herra-mienta adecuada para financiarlos es el préstamo de largo plazo que habitual-mente requiere una garantía.Es muy importante para la sanidad finan-ciera de la empresa que una inversión se financie a largo plazo para evitar que la empresa quede sin capital de trabajo. Muchas veces uno, luego de cobrar una cosecha percibe que está con excesos de caja y puede afrontar la compra de un tractor sin pedir financiación. Pero, con el pasar de los meses se va dando cuenta que esos fondos los necesitaba para el giro de la empresa, para pagar insumos, sueldos, impuestos, retiros.

El resultado es que comienza a girar en descubierto la cuenta, pedir préstamos de corto plazo y vivir en situación de estrechez financiera pagando tasas altas por haberse mal financiado. Peor aún es si se trata de una inversión, pongamos por ejemplo comprar una pequeña fracción de un campo vecino que surgió como oportunidad. Uno tiene que desembolsar los fondos para la compra del campo y además el capital de trabajo extra para sembrar esas hectáreas suple-mentarias. Pagar esto con el giro de la empresa generará un estrés financiero por unos años. Ni que hablar si llega un año de sequía o de inundación.

El estrés financiero se vuelve acuciante. Y si uno lo financia con un préstamo de corto plazo, al vencimiento de este, paga el préstamo, o bien compra insumos para la próxima campaña; resulta imposible afrontar todo junto. Esta situación generará que se deba refinanciar la deuda de corto plazo varias veces consecutivas y que se resienta la relación con el banco. Las refinanciacio-nes no son buenas señales de sanidad financiera de la empresa.

Puede suceder que, al tener que renovar la deuda, por condiciones de mercado, suban las tasas y la deuda se vuelva más onerosa o los fondos difíciles de conse-guir teniendo que peregrinar por varios bancos. Al contrario, si se toma un présta-mo de largo plazo desde el inicio, este tendrá cuotas semestrales a pagar de montos totalmente adecuados al flujo de caja de la empresa, mismo en situaciones de malas cosechas.Con el pasar del tiempo la deuda se irá cancelando sin sobresaltos y sin generar estrés a la empresa ni a sus dueños. También en este escenario, el costo de la inversión (incluida la financiación) es conocida y se puede tomar la decisión de hacer la inversión o no con parámetros analizables en mano. Esta tranquilidad bien vale poner una garantía.

5- Financiación de una pérdida / Préstamos de largo plazo

La quinta necesidad de fondos que puede tener un empresario agropecuario es la de financiar una pérdida. Situación de importante sequía, o de gran inundación, una helada o todas las catástrofes meteo-rológicas juntas. Los gastos se aumenta-ron por la situación y los ingresos no llega-ron en su totalidad. Hay un quebranto.

Esa pérdida muy frecuentemente no se puede absorber en un solo año. O bien hay que vender parte del capital, campo o hacienda, para recomponer capital de trabajo o bien hay que tomar un préstamo para lograr el mismo objetivo. La venta del bien es fácil de proyectar sobre papel, pero difícil de implementar en el corto plazo, por lo tanto la variante de financiarse es la única posible.Hay que dimensionar el tamaño de la pérdida y ver en cuantos años se podrá absorber sin perjudicar el normal funcionamiento de la empresa. Luego el préstamo solicitado tendrá que tener el mismo plazo que le tomará a la empresa absorber la pérdida. Si el plazo es menor, posiblemente se vengan sucesivas refinanciaciones, estrés financiero y situación incierta.

Se recomienda fuertemente financiar la recomposición de capital de trabajo debido a la pérdida con un préstamo de largo plazo.