El especialista en comercio internacional Marcelo Elizondo difundió sus estimaciones con respecto al resultado de la balanza comercial previsto para este año, que llegaría a los 16.500 millones de dólares.
Esto es consecuencia primero de un crecimiento en las exportaciones, en el cual tiene mucho que ver la recuperación del sector agroindustrial luego de un 2023 perdido por la sequía. El aporte de divisas, de todos modos, no será tan alto como se esperaba inicialmente debido al impacto del clima en la cosecha.
Según dijo Elizondo, las exportaciones argentinas en 2024 serían de 84.000 millones de dólares, de las cuales más del 60% corresponderían al sector agroindustrial. Las ventas al extranjero quedarían 5% por debajo del récord de 2022.
“Si se cumple nuestra previsión. el resultados será (en dólares corrientes) el mayor de la historia, muy cerca de lo logrado en 2002 y 2003, en la salida de la convertibilidad, y en 2009 cuando se dio la crisis financiera internacional. En cualquier caso, el resultado es muy significativo”, indicó.
Por otra parte se espera bajen las importaciones, por diferentes motivos. En primer término por la recesión económica que se sostendría, según Elizondo, al menos hasta la primavera y que está alentada por la caída del gasto público, que “es uno de los motores de la economía ya que va de la mano de inversiones privadas”. También se verán afectadas las compras de bienes por las todavía vigentes restricciones de pago y giros al extranjero.
Según Elizondo, entre ventas y compras el diferencial será positivo en 16.500 millones de dólares. Se tratará del tercer mayor resultado en la balanza comercial de la historia de la Argentina. “Está seguro en el top tres, pero quizás termine siendo el mayor”, agregó.
Esa cuenta no será tan buena la final de la película.
“Se pone mucha énfasis en la balanza comercial, pero hay que analizar la cuenta corriente o balanza de pagos, que prevé otros flujos. Hay déficit comercial de más de 8.000 millones de dólares en el pago de servicios y hay que cumplir con intereses y cancelación de deudas del sector público y privado. Además cada año hay salida de capitales y remeses de utilidades o argentinos que invierten en el exterior”.
“Si eso se contabiliza, los dólares que entran por un lado salen por otros rubros y por eso el saldo de dólares al final del año no será tan superavitario”, aclaró el especialista.
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