En el último año, las cotizaciones ganaderas corrieron por detrás de la inflación. Una mejora en las expectativas a partir de agosto podría influir en la decisión de compra de los criadores.
De cara a las elecciones de agosto, analistas del sector ganadero anticiparon que el precio del ternero recuperará terreno.
En el último año, las cotizaciones de la hacienda subieron por debajo de la inflación y los animales livianos fueron los más afectados: mientras las categorías de consumo aumentaron un 62% interanual, la invernada tuvo una recomposición en sus cotizaciones que apenas superó el 40%.
Esta situación repercute en todos los eslabones del negocio y comienza en los remates de hacienda, cuando no se pueden convalidar subas en las categorías de consumo, a partir de la caída en el poder adquisitivo del salario.
En el sector, coinciden en que la última zafra de terneros fue la peor en los últimos tres años, a partir de una “tormenta perfecta”: el combo clima, precios atrasados y recorte en la producción hizo que la ecuación de rentabilidad para los criadores cayera por el piso.
“Las elecciones tendrán dos impactos y uno de ellos será en las expectativas”, consideró Diego Ponti, analista ganadero de la Consultora AZ Group.
Señaló que si los candidatos presidenciales con mayores chances dan señales positivas a los productores y se muestran como más afines al mercado, el precio del ternero se cargará de expectativas. “Es una opción de inversión interesante”, agregó.
REFUGIO DE AHORRO
El segundo impacto vendrá por el lado de la realidad. “Si los candidatos apuntan a un sinceramiento del tipo de cambio, el que venda animales tendrá que reponer y lo primero que pensará es en escapar de los pesos”, señaló.
El resto, será consecuencia de la oferta y demanda, porque los ganaderos buscarán terneros y eso generará una presión alcista en las cotizaciones.
Ponti aportó un dato para tener en cuenta. El feedlotero que vaya a buscar animales livianos, vendrá de dos ciclos de engorde positivos y contará con un mayor poder de compra.
“En la medida que haya menos terneros, que la zafra quede atrás y empiece a haber más pasto, habrá más retención de terneros y el precio rebotará”, sostuvo.
En una sintonía similar, el consignatario Esteban Mollica, de la firma Haciendas Federales, estimó que en las semanas previas a las elecciones, muchos productores buscarán comprar hacienda, para cubrirse ante una eventual devaluación post comicios.
En este punto, explicó que si un productor vende gordo en las próximas dos semanas y la cobra en un plazo de 30 a 45 días, una opción será volcarse a comprar invernada.
EL TERNERO SIGUE SIN REPUNTAR
En un contexto de fuerte sequía, Ponti advirtió que la última zafra de terneros fue la peor desde 2021. El consultor evaluó modelos de cría en campos alquilados en la Cuenca del Salado y todos los números dieron en rojo.
“Todas las variables se aliaron en contra del criador: precios atrasados del ternero, muchos casos de destete anticipado y menos kilos de venta. Por otro lado, el precio de las vacas también quedó atrasado y esto impactó en los ingresos de los criadores”, señaló.
Hay otras variables que también impactaron en el negocio ganadero. Una de ellas fue que el novillo aumentó un 40% con respecto a los terneros, situación que pegó de lleno en los alquileres, que se miden en kilos de novillo.
En paralelo, los quebrantos en muchos planteos agrícolas se tradujeron en productores que perdieron liquidez y no pudieron canalizar excedentes de los cultivos hacia la actividad ganadera.
Más allá que habrá caída en el porcentaje de preñez, Ponti señaló que el escenario para los próximos meses muestra algunos puntos positivos. En primer término, el criador llega a esta parte del año luego de precios récord para la hacienda liviana y dos zafras con un buen nivel de producción.
“En general no hay urgencias económicas y si bien aumentó el porcentaje de hembras en faena, es por una cuestión de urgencia de falta de forrajes, pero no por falta de fondos“, argumentó. Y agregó: “Además de las expectativas de elecciones, todos los modelos climáticos aseguran año Niño, que será bueno para la recomposición”.