En la pelea del gobierno federal contra los gobernadores que le reclaman por los recursos de la coparticipación, la ministra de Seguridad y principal aliada política de Javier Milei, Patricia Bullrich, lanzó esta semana una frase para la polémica. Tratando de denigrar al rebelde gobernador chubutense Ignacio Torres, dijo que “en Chubut no vive nadie, hay un millón de guanacos”.
Nada nos vino mejor que esa frase para dar pie a esta entrevista con Sebastián Apesteguía, un productor de ovinos de Santa Cruz, provincia que tiene todavía más guanacos que Chubut, ya que allí la población se estima en más de 2,5 millones de ejemplares. Sebastián es el actual presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias Santacruceñas (FIAS), que tiene esta problemática del guanaco como una de sus prioridades.
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— infobae (@infobae) February 28, 2024
Apesteguía conoce de que habla de primera mano, porque nació y creció anclado a su terruño en la meseta central de la Patagonia, a unos 60 kilómetors de Puerto Deseado. Allí el duro clima y la escasez de recursos forrajeros solo permite dedicarse como actividad productiva a la ganadería ovina. Sebastián sigue con la ganadería extensiva de ovejas que inició su abuelo y continuó su padre. Y sigue a pesar de enfrentar a los depredadores y a las políticas macroeconómicas, que vienen extinguiendo a los productores más chicos de la cadena productiva por falta de rentabilidad.
Pero sobre todo, sigue a pesar de la alta población de guanacos. Tanta es la cantidad de guanacos que hay en las explotaciones rurales de la zona que el propio Apesteguía, como chanza, se presenta casi como “un productor de guanacos”. O mejor dicho, como un productor que trabaja para generar recursos forrajeros para las ovejas, pero que terminan alimentando a la gran población de esta especie silvestre.
Las estadísticas oficiales revelan que en los últimos 10 años se ha reducido el stock de ovinos en Santa Cruz un 36% y se estima que hay una caída del 40% en la cantidad de productores. Algo parecido pasa en la meseta central del sur de Chubut. Hombre y ovejas han retrocedido fuerte de esa región, mientras que viene aumentando desproporcionadamente la cantidad de guanacos.
Mirá la entrevista completa acá:
-¿Vos decís guanaco y la gente no entiende cuál puede ser el problema con un animal tan simpático?
–Bueno, el problema para nosotros con el ovino es que necesitamos el pasto natural, que luego lo transformamos en lana y carne. Ahora sí tenemos otra especie que también se alimenta de ese pasto, hay una competencia para nuestros animales, que son los que con los que vivimos. Entonces tenemos menos lana, menos carne y eso pone en riesgo todo el sistema productivo.
-Hay un nivel de despoblamiento muy grande en toda esa meseta…
–Lo que pasa que sin rentabilidad es muy difícil que productores chicos se mantengan. Hoy en la escala productiva de alguna manera, lógicamente va hacia arriba, porque hay que trabajar con los costos y siempre el productor más chico es el que queda más indefenso ante el clima, ante políticas que no acompañan al sector. Y esos son los primeros que nos dejan. Y por supuesto esto produce mucha pena porque uno conoce el esfuerzo que han hecho muchas familias que tienen que migrar, dejar esa actividad centenaria y quizás con suerte, dedicarse a otra cosa. Lógicamente el chico es el primero que se va ante la indiferencia de los gobiernos.
-En Santa Cruz producen ovinos tanto para la lana como para carne ¿Ninguna de las dos actividades son rentables?
–Vos necesitas tener una escala mínima, porque tenés que absorber costos. Dígase costos laborales, costos productivo, para eso necesitas tener un número mínimo de animales para poder cubrir esos costos y tener una cierta rentabilidad. Eso es lo que de alguna manera va sacando del mapa a muchos productores chicos. Hoy tenés que hablar de 3.500 animales para arriba o 4.000, y cada vez sube más ese número para que se pueda decir me dedico a esto y vivo de esto.
-Entonces la escala de supervivencia. ¿Cuántos productores están por debajo de esa línea?
-Con los trabajos que hemos hecho a solicitud del Plan lanar, en Santa Cruz tenés casi 200 productores que están por debajo de esa línea de 3.500 animales.
–En definitiva la gente abandona por un problema de falta de rentabilidad. Pero hay otra cosa que llama la atención, el guanaco y los depredadores. ¿Si vos tuvieras que hacer una escala de lo que aleja a la gente del campo, entrarían esos productivos?
–Los problemas que tenemos en Patagonia hace años que están. Lo que cambia es el orden de importancia y de cómo nos afectan. Hoy te puedo decir que el tema de los guanacos, el tema de los depredadores y las políticas macroeconómica son los tres principales. Sumado al clima, porque si no te acompaña el clima no tenemos pasto y sin pasto no tenemos lana, ni tenemos corderos. Así que esos son los principales problemas que tenemos. Algunos dependen de la naturaleza y otros depende de los representantes que tenemos.
En este sentido Apesteguia señaló como un tema crítico el crecimiento de la población de guanacos, en detrimento de los rebaños. “Del año 2008 a la fecha, el stock ovino se redujo en un 36%. Esto te lo digo porque algunos fanático del ambientalismo dice el problema es la oveja y que se tiene que reducir. Nosotros venimos reduciendo los stock hace más de 15 años. ¿Vos sabes cuánto subió el stock de los guanacos desde el año 2008 a la fecha? Más del 400%”.
“Nosotros controlamos la cantidad de hacienda que consume el pastizal natural. ¿Pero quién se va a hacer cargo del problema del guanaco?”, pse preguntó el dirigente.
-¿Se puede aprovechar el guanaco? ¿Por qué hoy nadie lo lo controla?
–Hay un plan de manejo que contempla la utilización de las fibras y de la carne y además eso generaría trabajo. Lo que pasa es que requerimos inversiones. El productor ovino está medio complicado para hacer inversiones de su bolsillo para hacer un aprovechamiento que realmente impacte sobre el stock de guanaco que tenemos. Entonces necesitamos las ayudas provinciales.
-¿Podrían ser los mismos productores de ovino los que asumieran el trabajo de un manejo sustentable del guanaco?
–Tenemos productores que que lo hacen, que lo quieren hacer. Pero no es sencillo, porque el guanaco no es como la oveja, no es tan fácil de manejar. Entonces hay que hacer inversiones en equipo de extracción, hay que trabajar con los frigoríficos, con mataderos municipales. Pero también tenemos la fibra y ahí tenemos que agilizar mucho el tema burocrático a nivel nacional para que la fibra pueda ser aprovechada por los lavaderos de lana, por las peinadurías, que son la que procesan toda la lana ovina de la Argentina. Ahí podrían tener otra fibra para procesar y para exportar.
–Esta región de la Argentina no tiene otra actividad que no sea la oveja ¿Podría ser una opción para salir de ese monocultivo el manejo del guanacos?
–Sí. Más allá de que el productor ovino tiene muy metida la oveja en la cabeza, se puede generar trabajo para otras personas. De alguna manera te sacan una parte del problema. Vos seguís trabajando con el ovino, pero ellos están generando trabajo. También estás llevando una proteína de excelente calidad a la mesa de los argentinos. Quizás con otro precio que es lo que estamos siempre hablando. Entonces hay una proteína para alimentar a muchos santacruceños, a muchos patagónicos. Así que para mí hay que tomarlo como una oportunidad y además ayudarnos a nosotros, que lo necesitamos.
-¿Cómo productor y dirigente rural te debe doler mucho cuando otros se despide de la actividad?
-Yo no entiendo cuando un productor se despide porque el número de guanacos le impide producir o porque los depredadores se llevan su producción, o porque hay problemas de abigeato y la justicia no los resuelve. Algunos gobiernos se olvidan de lo difícil que es hacer soberanía en el territorio. Entonces ese productor se tiene que ir. Por supuesto que duele.
La entrada Educando a Patricia Bullrich, que se avivó que Patagonia está colmada de guanacos: La especie silvestre creció 400% en 15 años y compite con la ganadería ovina por los mismos recursos se publicó primero en Bichos de Campo.