Planificar nuestra campaña agrícola implica definir hacia dónde queremos ir y tomar decisiones anticipadamente para lograrlo. Incorporar la planificación dentro del proceso de gestión de tu empresa te permitirá direccionar eficientemente esfuerzos y recursos hacia tu objetivo. Conocé en este artículo, cuáles son los factores críticos a tener en cuenta para una planificación agrícola.  

Planificar

¿Ya tenés un plan de siembra? Todo comienza con un objetivo. En la planificación agrícola nuestro objetivo va a estar definido por nuestro plan de siembra: qué cultivo, en qué zona, en qué campo y con qué tecnología. En este punto, sería ideal tener una visión a largo plazo de qué cultivo tendremos en cada campo o parcela los próximos años para garantizar la mejor rotación de cultivos.  

En el plan de siembra habrá que determinar: 

Cantidades y precios estimados de los recursos claves para poder ejecutarlo: servicios y labores, insumos, los rindes y otros costos (fletes, comisiones, administrativos, entre otros).  Procesos y operaciones necesarias en un período de tiempo. 

Este conjunto de decisiones va a conformar nuestro plan de acción 

En la realidad, sabemos que resulta difícil planificar, pero siempre es preferible tener un plan de acción y sus alternativas, a no tenerlo. Entonces, en la planificación tenemos que imaginar el o los escenarios posibles y en función de ellos hacer una evaluación económica, financiera y de factibilidad.  

Beneficios de planificar

Existen dos claros beneficios de la planificación. El primero es que nos servirá como guía de gestión de la empresa y el segundo es que, en su puesta en marcha nos servirá de parámetro de comparación entre lo realmente ejecutado y lo planeado 

Todo plan en su ejecución tiene desvíos, muchos factores pueden afectar nuestra producción agrícola. Lo que marcará la diferencia es su identificación y tener preparado un plan de acción alternativo para afrontar estos desvíos. 

Ejecutar, medir y analizar

La instancia de revisión es otro de los factores claves en la planificación, para poder retroalimentarnos y alinear nuevamente el camino elegido. Esta instancia debe ocurrir durante la ejecución del plan y no al final, porque el objetivo es poder identificar los cambios y ajustarnos a ellos.  

Por ejemplo, si debido a razones climáticas nos vemos obligados a cambiar nuestro cultivo (cambiar el plan), debemos ajustarnos y re planificar los insumos, labores y tareas. 

Entonces, a medida que vamos ejecutando nuestro plan, debemos definir instancias de medición para luego poder analizar y retroalimentarnos.  

Planificar utilizando una herramienta de gestión digital.

Si trabajás con hojas de cálculo, una herramienta de gestión digital puede ayudarte mucho ya que te permite ordenar la información productiva, contable y financiera, para facilitarte el acceso a ella y su análisis. 

Nuestro sistema de gestión albor Campo, es un software de acceso online que le permite a las empresas agropecuarias, productores y asesores centralizar toda la información de gestión y productiva en un solo lugar, generando reportes y facilitando la operatoria diaria de todos los miembros del negocio. 

Con albor Campo se obtienen los márgenes brutos por hectáreas, que te permiten planificar diferentes escenarios productivos, por cultivo, cantidad de hectáreas y zonas.  

De esta forma, se pueden armar diferentes escenarios (un escenario más sojero, otro más maiceros, con diferentes tecnologías etc.) que serán útiles para que puedas elegir la alternativa más rentable. Una vez definido el escenario u objetivo, el sistema te generará, todos los cultivos con sus  órdenes de trabajo respectivas, que serán tu guía de gestión para ejecutar tu planificación agrícola.  

Si te interesa conocer más sobre albor Campo y la planificación agrícola te recomendamos ver el webinar «Claves para la planificación agrícola y su gestión» en nuestro canal de YouTube.