A través de la resolución 218/2024, el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró la “alerta fitosanitaria” por Mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), también conocida como mosca de la fruta, para los departamentos de Concordia y Federación, en Entre Ríos, y de Monte Caseros, en Corrientes, por el aumento en sus niveles poblacionales. Allí, donde se encuentra el principal macizo productor de naranjas y mandarinas del país, la emergencia regirá hasta el 31 de julio de 2025.
“El control de la plaga Mosca de los Frutos resulta de vital importancia para lograr una producción que satisfaga las exigencias fitosanitarias de los mercados importadores con restricciones cuarentenarias. Durante las últimas campañas se ha registrado un incremento en los niveles poblacionales de la plaga, de acuerdo con los resultados de la red de vigilancia, que impacta en un aumento de pérdidas directas en la producción y en el riesgo de ingreso de fruta infestada a las mencionadas Áreas Libres”, indicaron desde el ente sanitario para justificar la medida.
Por este motivo, se estipuló que deberán adoptarse y/o fortalecerse las tareas de prevención, vigilancia y control. Esto afecta en forma directa al sector citrícola, ya que los cítricos dulces son considerados los principales hospederos de esta plaga.
En este sentido, el artículo 2 de la mencionada resolución establece las medidas que deben ponerse en práctica en las áreas estipuladas. Se detallan a continuación:
Implementar una Gestión Integrada de Plagas, aplicando tratamientos fitosanitarios para el control de la plaga Mosca de los Frutos en función de los índices poblacionales proporcionados por el Sistema de Vigilancia del Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos del Noreste Argentino (PROCEM NEA)
Ejecutar con carácter obligatorio el control cultural, realizando la recolección de frutos caídos, con una frecuencia semanal, y de los remanentes de cosecha para su posterior destrucción. Esta fruta debe ser enterrada a una profundidad no menor a 30 centímetros. ) Si por alguna circunstancia no se pudiera llevar a cabo el enterrado de los frutos en el lugar, estos se deben colocar en bolsas plásticas resistentes y trasladar a un sitio apropiado para su destrucción.
En caso de montes frutales que no cumplan con las acciones establecidas en los incisos precedentes, o donde no se realice un aprovechamiento de la fruta, sus propietarios están obligados a la eliminación de los montes frutales debido al riesgo fitosanitario que estos implican. De haber incumplimiento, la autoridad sanitaria podrá realizar el bloqueo de la unidad productiva en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) y/o de la Clave Única de Identificación Tributaria (CUIT) para realizar cualquier trámite ante el referido Servicio Nacional.
“Tenemos una situación altamente compleja en el NEA por efecto de un incremento desmesurado de esta plaga. Para saber el por qué hay que hacer un análisis extenso, pero variables hay muchas. Una de ellas es la continuidad de frutas en estado sensible, es decir madura, por la extensión del periodo de cosecha del cítrico, lo que le permite al insecto proliferar. También están las malas prácticas para su control, el difícil acceso a herramientas para tal fin, o cuestiones climáticas que afectan en su crecimiento”, dijo a Bichos de Campo Gustavo Piloni, miembro directivo de la Fundación Regional de Sanidad y Calidad Citrícola de Noreste Argentino (Fundanea).
“Argentina tiene un estatus sanitario para Patagonia, desde el Río Colorado hacia el sur, que cuesta mucho dinero mantenerlo y que se logró convalidar internacionalmente. Desde la Patagonia sale mercadería para la exportación como área libre de mosca. No podemos darnos el lujo por impericia, por mala práctica o lo que fuese, de perderlo frente a un riesgo como este. Debemos endurecer los controles sobre toda la mercadería que va orientada a mercados protegidos. Hay que extremar precauciones”, afirmó a continuación. Esto implicará mayores controles de la fruta cítrica que sale del NEA para ser comercializada en otras zonas frutícolas del país, que son consideradas libres de estas plagas.
En este marco y luego de la declaración de la alerta, Senasa anunció la firma de un acuerdo con FundaNEA para trabajar en el monitoreo y la verificación fitosanitaria en la certificación de cítricos para exportación.
“La firma del acuerdo, que se celebró en la sede central del Senasa en Buenos Aires, tiene por objetivo que el plan operativo de trabajo garantice que la fruta fresca cítrica producida en la región del NEA cumpla con las exigencias fitosanitarias establecidas en las normativas de los mercados internacionales y que determinan la obligatoriedad de diferentes medidas en las etapas de cultivo, empaque, transporte y punto de salida, relacionadas a la certificación”, indicaron desde el organismo.
“Este acuerdo permite llevar adelante acciones que den cumplimiento a los requisitos fitosanitarios que exigen los mercados internacionales para los cítricos frescos de Argentina, aplicando diferentes medidas para mitigar el riesgo de plagas en cada etapa de la certificación”, afirmó Pablo Cortese, presidente de Senasa, tras la firma en cuestión.
El Plan se aplicará en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires, desde el 1° de enero y hasta el 31 de diciembre de 2024, en el marco del Programa de Certificación de Fruta Fresca Cítrica para exportación a la Unión Europea y a mercados con similares restricciones cuarentenarias. En tal sentido, se acordó proveer el personal necesario a fin de garantizar la operatividad y el cumplimiento de las actividades administrativas, técnicas y financieras, y la capacitación y habilitación por parte del Senasa.
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