En la campaña 2023/24 la cebada tiene un riesgo comercial enorme y conviene ser muy cauto al momento de planificar la siembra del cultivo.

 

Así como en 2020 un conflicto diplomático y político entre China y EE.UU. trastocó el mercado internacional de cebada, una probable recomposición de ese conflicto está generando un cambio abrupto del escenario comercial.

 

China tiene habilitados siete países como proveedores de cebada: Canadá, Argentina, Francia y Australia en todos los rangos de calidad; Uruguay como intermedia (FAQ); y Rusia y Ucrania como forrajera. La cebada FAQ no tiene requerimientos de pureza varietal (como sucede sí con la cervecera) y se emplea usualmente para elaborar cerveza de baja calidad.

 

Luego del conflicto chino-australiano, Argentina pasó desde 2020/21 a exportar más del 70% del volumen de cebada a China principalmente con calidad FAQ, mientras que Brasil se mantuvo como el principal cliente de cebada cervecera.

“El conflicto con Australia permitió que los chinos conozcan que la calidad de la cebada argentina es superior a la australiana y la francesa porque aquí producimos variedades que son todas aptas para malteo”, explicó Agustín Baque, asesor en comercialización agrícola, durante una exposición realizada en la II Jornada Internacional de Cebada que se desarrolló este viernes en formato virtual.

“Reducir las exportaciones a China implicaría para la Argentina perder ese premio de 10 a 20 u$s/tonelada que existe entre la calidad FAQ versus la forrajera”, añadió. Adicionalmente, vale recordar que Argentina, para colocar cebada en China, tiene un costo de flete adicional de 20 a 25 u$s/tonelada respecto de Australia.

El analista explicó que los precios internacionales comenzaron a descender luego de conocerse la noticia de una probable reapertura del mercado chino a la cebada australiana.

“Australia tiene amplios stocks de cebada y, en caso de volver al mercado chino, va a ser muy difícil para la Argentina competir y seguramente tendremos que volver a concentrar exportaciones en Arabia Saudita, que consume cebada forrajera y viene reduciendo las compras”, advirtió.

En ese marco, el analista dijo que si en el ciclo 2023/24 Argentina llegara a producir más de 4,0 millones de toneladas, el impacto en los precios internos del cereal podría ser significativo. “Lo más recomendable sería volver a una producción nacional del orden de 3,5 millones de toneladas para que Australia haga el trabajo de reducir sus elevados stocks internos y pensar en una recuperación en el mediano plazo, porque me cuesta ser optimista en el corto”, remarcó.

También dijo que con la recuperación de las producciones canadienses y francesas de cebada, en la presente campaña los importadores chinos están incrementando las exigencias de calidad de cebada FAQ, con requisitos tales como un porcentaje de al menos el 75% con un calibre de al menos 2,5 milímetros y un rango de tenor proteico de 9,5 a 12,5%