Las empresas sin respaldo financiero y sin producción propia de granos se encuentran en una situación complicada.

La evolución de precios y costos del sector porcino en los últimos meses generó dos realidades diferentes: las grandes empresas con espalda financiera y producción propia de cereales se mantienen rentables tras una suba del valor de los cerdos en pie que no iguala a la inflación pero la sigue de cerca, y las empresas más pequeñas sufren los desencajes financieros en un contexto inflacionario y luchan por conseguir granos en un contexto de escasez.

Así lo indicó el consultor Juan Luis Ucelli en un informe reciente, en el que detalla que el precio del cerdo en pie dolarizado tuvo una leve baja en marzo y está en el nivel más bajo de los últimos 10 meses, aunque todavía se ubica por encima de los valores de hace doce meses.

 

Luego el analista advierte sobre el efecto negativo que tiene la implementación del dólar soja 3 en el sector porcino, que es consumidor de soja en el mercado local, y se detiene en “la gran diferencia que se marca en productores grandes, medianos y chicos, estos últimos con la falta de cosecha propia y la imposibilidad financiera de comprar los cereales y la soja, tratando de hacer malabares para dar de comer a sus cerdos o tomando la triste decisión de salir del sistema que puede significar más de un 25% de los productores que están entregando cerdos al sistema de faena.

“La compensación presentada a principios de febrero sigue en la incómoda espera. A pesar que otros sectores más concentrados ya la cobraron, hay 800 productores que están esperando la buena noticia, que en tan solo dos meses significa un 16% menos de dinero por la inflación”, agrega Ucelli respecto de las compensaciones implementadas por el Gobierno para el sector.

 

Y luego concluye: “El negocio, visto como tal no fue malo en este mes, pero separando los casos, algunos ganaron y otros no solo perdieron, sino se están yendo del sistema. Esto no es bueno y el Gobierno dijo: Ausente. Subió el precio de la carne a los consumidores, dando mayor rentabilidad al eslabón final del sistema y eso no se trasladó a los productores”.